3

Fueron 3 años nuevos que pasé con G, todos extraños, pero al final queríamos pasarlos juntos.

El primero, de 2010 a 2011, los dos solos en una casa grande y vacía. Mi casa en ese momento; ya con la incertidumbre de no saber qué éramos. Y ya con un amor creciente en todo mi cuerpo.

El segundo, de 2011 a 2012, rodeada de mis amigos, él sin encajar y yo tan feliz, pero al final sonreímos, nos abrazamos y besamos.

El tercero, de 2012 a 2013, el más desolado de todos, con su pérdida reciente, envueltos en un silencio incómodo y lancinante, entre su hermano, él y yo. Silencio y tristeza.

Este es el primer año nuevo que pasaré con mi familia desde 2007; de 2013 a 2014.

Estos son mis pies, tomados por G, en aquellos primeros días de enero de 2011.

2

Lo que pasa es que para mí el 2013 se acabó el último día de octubre, el 31, el mes de mi cumpleaños. Noviembre y diciembre fueron una dulce pausa llena de endorfinas y sorpresas que sigo saboreando. Ya la voy a quitar para alinearme con el año gregoriano. Dos mil trece, fuiste el final de una serie de 3 temporadas. Llenas de todo, pero sobre todo de tanto amor, tanto que terminó por disiparse, que no resistió los sucesos de la vida, de eso que pasa en la vida. Pero que queda en mí, en mi memoria, en mi piel, en las fotos, en ti y en mí.

1

Hoy no empieza 2014. Empiezo aquí y ahora, tan abierta a mi misma. El recuento del año tiene que depurarse, se tiene que fundir entre mis palabras, imágenes y sonidos, sólo así podrá dejar de ser un ente en el limbo de mi memoria.